Diferencias entre Limpieza dental y limpieza profesional

Cuando hablamos de limpieza dental nos referimos a la rutina de higiene oral diaria que realizamos desde casa y cuyo principal objetivo es eliminar tanto los restos de alimentos como la placa bacteriana que se aloja en los dientes y en el resto de tejidos bucales. Esta rutina debe estar compuesta por un cepillado dental después de cada comida, o como mínimo dos veces al día, y el uso del hilo dental. ¿Cual es su labor? Eliminar los restos alimenticios que se quedan alojados en aquellas zonas de acceso difícil para el cepillo. Una alternativa al hilo dental la encontramos de la mano de los cepillos interproximales, una herramienta que será muy útil para aquellas personas que cuenten con espacios interdentarios amplios.  Finalmente no nos podemos olvidar del uso de los enjuagues bucales como otro de los elementos clave en esta rutina, especialmente si tenemos en cuenta que a día de hoy existen en el mercado un amplio surtido de colutorios que se adaptan a las necesidades que presenta cualquier paciente.

Por otra parte tenemos la limpieza profesional y en este caso estamos ante un proceso que se lleva a cabo en una Clínica dental y cuya finalidad es eliminar el sarro depositado en el esmalte. La principal particularidad de este tratamiento es que es la única forma eficaz que tenemos a la hora de eliminar el sarro, puesto que una vez la placa se ha endurecido y se ha convertido en sarro no es posible eliminarla mediante el cepillado convencional.

En cuanto al proceso podemos destacar que es totalmente indoloro y se lleva a cabo sin necesidad de aplicar anestesia local, mientras que se utiliza un Instrumentos dental
 específico de ultrasonidos que nos permitirá extraer el sarro alojado. Por otra parte hay que hablar también de las ventajas de este proceso y es que no solamente estamos ante un tratamiento que mejora sensiblemente la estética dental del paciente (al eliminar las antiestéticas manchas causadas por el sarro) si no que además evitaremos la aparición y desarrollo de patologías tan comunes como la caries o las enfermedades periodontales, siendo un tratamiento que se recomienda hacer, como mínimo, una vez al año.